lunes, 19 de noviembre de 2012

Pedagogía al servicio de la manipulación


La Ola, Dennis Gansel, 2008



Empezaré este pequeño análisis de la película hablando de su argumento. El film tiene un contexto en la Alemania de nuestra época, más concretamente durante la semana de proyectos llevada a cabo por un instituto del país. En ella, el profesor Rainer Wenger es el encargado de impartir el curso de autocracia, en el que nada más empezar, pregunta a sus alumnos si ven posible la llegada de un tercer Reich en el país. Ante la negativa de éstos, decide promover una serie de comportamientos (dirigirse a él como Señor Wenger, practicar el paso militar, uniformarse…) que acaban yéndosele de las manos con fatídicas consecuencias.
Algunos de los personajes protagonistas de la película son el profesor Rainer Wenger; Tim, el alumno al que más le afecta todo el embrollo propuesto por su docente; Marco, jugador del equipo de waterpolo del profesor y novio de Karo al que quieren ajusticiar por traidor; Karo, pareja sentimental de Marco a quien, desde el primer momento, no le gusta nada el movimiento que se está formando; Sinan, alumno musulmán compañero de equipo de Marco que acata primero las órdenes de su amigo y, posteriormente, las de su profesor; Jens, niño rico que comparte su dinero con los miembros de La Ola comprando camisas blancas para uniformarse para algunos de ellos; Mona, la librepensadora del grupo, quien termina por desvincularse de él para hacer campaña en su contra junto a Karo; la señora Wenger, que termina pagando la furia de su pareja (el profesor Wenger) siendo víctima de vejaciones… Todos ellos, exceptuando un par de alumnos, son de clase social media; aunque su estructura familiar sea muy diferente dependiendo de los casos. Del profesor y su pareja, sabemos que no están casados ni tienen hijos, pero conviven juntos, pudiendo interpretarse como la normalidad en los nuevos modelos de familia; de la familia de Tim sabemos que está formada por un padre y una madre, pero éstos no se preocupan lo más mínimo de su hijo, incluso llegan a despreciarle, haciendo que el joven vea en su profesor un referente paterno al que proteger; la familia de Karo es muy “moderna”, según Marco, algo que a la chica no le gusta (son padres jóvenes que, a pesar de tener dos hijos, les gusta seguir disfrutando de la vida); la familia de Marco, sigue el modelo monoparental y está compuesta por una madre que se pasa el día borracha y llevando a casa a ligues de la edad de su hijo; las imágenes que se nos ofrecen de la familia de Sinam nos muestran una casa llena de parientes que se reúnen para cenar…
Por otro lado, la forma de pensar de cada uno de los personajes también suele diferir bastante unos de otros. El profesor Wegner parece tener todo lo que desea, una mujer, una casa… Pero se nota que quiere aspirar a más, y se le sube a la cabeza el hecho de que un grupo de escolares le vean como líder de un grupo; este afán de protagonismo hace que acabe por recriminarle viejas rencillas a su mujer, sin demasiado buen final. Karo es la alumna que en ningún momento quiere vincularse con el movimiento, tiene muy claras sus ideas; aspira a irse a estudiar a Barcelona con su novio Marco, algo que a él no le convence. Al principio de la película, el chico no tiene opinión propia: se apunta al curso de autocracia porque su novia lo hace y al ser preguntado sobre el tema del nazismo dice que no sabe. Sin embargo, a medida que se hace un miembro importante dentro del grupo, va revelándose contra lo que no le gusta y expone su manera de pensar. A Tim le afecta mucho “La Ola”, llega incluso a obsesionarse con ella ya que es la primera vez que se ve integrado dentro de un grupo en el que le protegen y le tratan como a los demás; sólo piensa en ello y quiere estar siempre cerca del profesor, cree que puede estar en peligro y que necesita protección, para lo que se compra una pistola que desencadenará un fatídico final. En general el resto de la clase se deja involucrar en el movimiento sin darse cuenta del grupo neonazi que están formando.
Los escenarios en los que se desarrolla la película son: por un lado el instituto, más concretamente el aula donde tiene lugar el curso de autocracia. Por otro lado la calle y la playa; en el primero de ellos, los alumnos hacen una “quedada” para llenar la ciudad de pegatinas con el símbolo de su grupo y es entonces cuando comienza a hacerse patente el fervor exagerado de Tim y se atreve a hacer una pintada en la lona que cubre uno de los edificios más importantes de su ciudad; por otro lado, también se citan en la playa el día antes del importante partido de Waterpolo, allí organizan una pequeña fiesta con música y cerveza en el que reina un ambiente de compañerismo que sería idílico sino tuviera el fondo de grupo fascista. Otros de los escenarios son el polideportivo del instituto y el salón de actos. En el primero de ellos se juega el partido de waterpolo en el que sólo está permitida la entrada a alumnos que vayan con el uniforme de La Ola (camisa blanca y pantalones vaqueros) y al que asiste la gran mayoría del instituto. Durante el partido se desencadena una pelea en la piscina y Karo y otra compañera lanzan panfletos al aire que incitan a “parar La Ola”. Es entonces cuando Wegner se da cuenta de que su proyecto está yendo demasiado lejos y decide que debe hacer algo para pararlo. Es cuando se desarrollan los hechos en el salón de actos; de nuevo sólo pueden entrar simpatizantes de La Ola uniformados. Coincide este evento con el final de la semana de proyectos; en él, el profesor da un discurso que recuerda a los de Hitler, en el que ensalza las virtudes de su grupo y lo grande que podría llegar a hacerse. Llega incluso a señalar a Marco como traidor, haciendo que los propios compañeros de éste le lleven al estrado desde donde él les está hablando. Es entonces cuando desmonta toda la parafernalia y hace ver a sus alumnos hasta qué extremos han llegado. Parece que la mayoría se dan cuenta de los límites alcanzados, pero otros como Tim, no.
En el mensaje de esta película puede adivinarse una advertencia sobre la facilidad con la que cualquier gobierno de tipo dictatorial podría repetirse con pasmosa facilidad en nuestros tiempos. Además, el hecho de que se base en un hecho real (California, 1967) nos hace pensar en lo sencillo que es jugar con los pensamientos de las personas; aún más cuando aquellas personas habían negado rotundamente la posibilidad de una vuelta al nazismo y acaban generando un grupo con características similares a él. Con “La Ola”, queda claro que no siempre se aprende de los errores, además que el país elegido para enmarcar la historia sea Alemania no es baladí. Todos los alumnos ven como algo imposible el retorno nazi, pero todos son víctimas de un adoctrinamiento sin igual. El sentirse amparados dentro de un grupo, importantes, valorados… La unión hacía la fuerza, para algunos “La Ola era su vida”, pero no se puede estar dispuesto a arrebatársela a los demás por ello.



4 comentarios:

  1. Tarriño, aquí me tienes viendo tu blog. Esta muy bien!! Un besazo

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  2. Como tu bien dices "cualquier gobierno de tipo dictatorial podría repetirse" y yo pienso que esto podría ser ante la actualidad que tenemos...políticos que prometen prometen hasta que la...desempleo, falta de autoestima en población activa, jóvenes (el futuro) sin oportunidades, deudas, desahucios,...y un largo etc, si viene alguien y nos cuenta cosas bonitas...ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas....sería comprensible aunque bajo mi punto de vista deseo que no lleguemos a esto!!! Son tiempos difíciles para los soñadores...y para todos...

    Está genial el blog, un besote muy gordo. Carmen (tu compi de equipo)

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  3. Esta película me impactó cuando la vi y no deja, desde luego, indiferente; empuja a una reflexión profunda sobre nuestra sociedad, de la cual tenemos una idea que quizá no sea tan liberal ni formada como creíamos ;)

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  4. Me ha encantado todo el blog! Es muy interesante y el trabajo que has hecho sobre la pelicula está genial.
    Saludos!

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