“El problema de la enseñanza es de tal importancia, que requiere individuos dotados de inmensa caridad, paciencia y otras virtudes”
Estas palabras dichas por José de Calasanz (patrono de los maestros) recogen la síntesis de lo que debe ser un educador. Quizás no desde el punto de vista más pedagógico, pero sí desde lo personal.
En estos tiempos en los que ni maestros ni demás educadores se libran de ser cuestionados (como siempre, pero es aún más agudo ahora) por la sociedad que todo lo sabe hacer pero al final nunca hace nada, todavía quedamos jóvenes con ilusión, con preparación y con ganas de poder cambiar algo a través de nuestros niños.
Dejando de lado la relación familia-escuela (que igualmente puede ser maravillosa como dejar mucho que desear), puedo asegurar que todo el gremio educativo está luchando por sacar adelante futur@s electricistas, médicos, policías... y lo seguirá haciendo a pesar de las barreras que encuentre en el camino. Porque sabemos que dejando de lado nuestro trabajo, no estamos haciendo presión contra una multinacional o un gobierno; estamos perdiendo la oportunidad de formar personas que en un futuro, si nuestra labor ha sido eficiente, sin duda nos lo agradecerán.
La oportunidad de los educadores de “experimentar” con “prototipos de ciudadanos” es tan difícil como gratificante. Decía L. Stenhouse
En estos tiempos en los que ni maestros ni demás educadores se libran de ser cuestionados (como siempre, pero es aún más agudo ahora) por la sociedad que todo lo sabe hacer pero al final nunca hace nada, todavía quedamos jóvenes con ilusión, con preparación y con ganas de poder cambiar algo a través de nuestros niños.
Dejando de lado la relación familia-escuela (que igualmente puede ser maravillosa como dejar mucho que desear), puedo asegurar que todo el gremio educativo está luchando por sacar adelante futur@s electricistas, médicos, policías... y lo seguirá haciendo a pesar de las barreras que encuentre en el camino. Porque sabemos que dejando de lado nuestro trabajo, no estamos haciendo presión contra una multinacional o un gobierno; estamos perdiendo la oportunidad de formar personas que en un futuro, si nuestra labor ha sido eficiente, sin duda nos lo agradecerán.
La oportunidad de los educadores de “experimentar” con “prototipos de ciudadanos” es tan difícil como gratificante. Decía L. Stenhouse
El papel de docente investigador, es la de desarrollar positivamente su enseñanza y hacer mejor las cosas;Y estoy muy de acuerdo con él. La máxima de todo buen profesor debería ser intentar sacar el mayor partido a sus alumnos a partir de autocríticas sobre su manera de enseñarles intentado aislarse de todo lo que pudiera ser perjudicial para ésta práctica. Sólo de esta manera (y vuelvo a respaldarme en el pedagogo inglés) serán los profesores quienes, en definitiva, cambiarán el mundo de la escuela (y ¿por qué no? del mundo) , “entendiéndola”.
Desde aquí agradecer a todos l@s maestr@s que en algún momento de nuestra vida nos han ayudado a llegar a ser lo que somos, ¡UN MILLÓN DE GRACIAS!